Tras muchos esfuerzos, empiezan a
caer los primeros frutos. Después del comienzo de las obras para asentar la
primera vía verde en el Valle del Guadiato, llega la primera jornada oficial y
popular dedicada a la memoria minera, industrial y ferroviaria de esta comarca
cordobesa. Me refiero al I Día del Cerco, de Peñarroya-Pueblonuevo, que se
celebrará el próximo día 3 de noviembre y del cual deseo que sea el primero y
no el último.
Peñarroya-Pueblonuevo tiene dos
emblemas visuales, uno natural y el otro industrial. El primero es el Peñón,
accidente geográfico que domina el paisaje y que es testigo de la historia
lejana (pinturas rupestres) y reciente (Guerra Civil). El otro elemento es el
conjunto de chimeneas que han sobrevivido al abandono, el olvido y el saqueo.
Tanto en el Cerco Industrial, como en instalaciones cercanas (La Yutera y la
antigua central térmica de la Sociedad Eléctrica Candelaria de Peñarroya), estos
elementos aportan carácter desde el horizonte.
Podemos considerar un primer éxito,
en la recuperación del patrimonio, el encendido simbólico de las chimeneas,
como acto final del I Día del Cerco. Para quienes opinan que el patrimonio es
algo inerte y una carga económica para la sociedad, he aquí un ejemplo de
reutilización de aquello que al final le ha quedado a la población, como resto
de su pasado industrial. Dado que vivimos en la denominada “sociedad de la
información”, será responsabilidad de todos, la difusión de las fotografías y vídeos que
inmortalicen este acto. De esta manera, podemos volcar la balanza hacia el
éxito o el fracaso, mostrando que no sólo en el centro de Europa y Gran Bretaña
se lucha por la conservación del patrimonio industrial. Y así, atraer a
expertos, aficionados o simples interesados de toda España y el mundo, a los
futuros Días del Cerco, para impartir conferencias, asistir a ellas o
deleitarse con el encendido de las chimeneas u otras actividades relacionadas
con la arqueología industrial. Donde unos ven un montón de ladrillos y malas
hierbas, otros vemos elementos potencialmente reutilizables, por su
constitución y forma.
Para aquellos que no hayan podido
reservar billete en el tren chárter, que ese mismo día, organizado por la Asociación
Extremeña de Amigos del Ferrocarril, circulará entre Almorchón y Alhondiguilla,
pero que estén pensando en acercarse por Peñarroya para hacerle fotos, les
recomiendo que lo compaginen con el I Día del Cerco. Es una oportunidad única y
podrán sacar partido a la coincidencia de los dos eventos. Desde aquí, animo a
los organizadores de las dos actividades, para hacer coincidir el encendido de
las chimeneas con el paso de un tren de viajeros, por primera vez en 38 años y
cargado de aficionados y admiradores del patrimonio industrial, de toda España.
No dudo que será un día inolvidable.
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