Una de mis pasiones es el mundo del ferrocarril. Intento evocar e investigar su pasado y cuando puedo disfruto de su presente. Mi madre es natural de Peñarroya y los veranos de mi infancia transcurrieron por sus calles y campos, a la sombra de las ruinas de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya y cautivado por su mitología.

jueves, 27 de septiembre de 2018

El cocherón de locomotoras de Badajoz

De la estación ferroviaria original de Badajoz, levantada hace algo más de 150 años, ya sólo queda su antiguo cocherón de locomotoras. Gracias a las redes sociales he sabido que existe un proyecto de modificación de las actuales instalaciones que contempla su demolición. Y eso me ha motivado para realizar un breve repaso a su historia.

El cocherón de locomotoras de Badajoz fotografiado en marzo de 2010. (Fotografía de Fulgencio Soriano Clares).


El cocherón de locomotoras de Badajoz fotografiado en marzo de 2010. (Fotografía de Fulgencio Soriano Clares).

El camino de hierro entre Badajoz y Mérida quedó abierto al público el 20 de octubre de 1864. Ya el 24 de septiembre del año anterior había sido inaugurado el tramo de 11 kilómetros que unía la capital pacense con Elvas, en territorio luso, que a su vez ya estaba enlazada con Lisboa. Poco a poco, las vías fueron acercándose y el 29 de noviembre de 1866 quedaron conectadas Ciudad Real y Badajoz con la puesta en servicio del tramo Veredas-Almorchón. Acababa de escribirse un capítulo en la historia del ferrocarril en España, bajo la gestión de la Compañía del Ferrocarril de Ciudad Real a Badajoz.


Locomotoras de mercancías construidas construidas entre 1863 y 1866 (RENFE Parque Motor volumen II).

Aunque se eligió Almorchón como punto estratégico donde situar los talleres centrales de la compañía, por su equidistancia con los extremos incluido el futuro ramal a Belmez, la estación de Badajoz fue dotada de las instalaciones necesarias para depósito y maniobra de carruajes y locomotoras. Inicialmente fue proyectada como estación fondo de saco con un triángulo exterior. Pero en 1861 fue redactado el proyecto oficial de la sección Mérida-Badajoz que la definía como una estación de paso. Así quedó bastante simplificado el tráfico ferroviario.

Fotografía aérea de las instalaciones, tomada entre 1973 y 1986. (geamap.com).

Como he comentado al principio, con los años se fueron modificando las instalaciones. Como relata Juan Pedro Esteve en su libro EL FERROCARRIL MADRID-CIUDAD REAL-BADAJOZ, HISTORIA DEL PRIMER ACCESO FERROVIARIO A PORTUGAL, el cocherón para carruajes comenzó a perder su uso a partir de 1913 y actualmente no existe. El edificio de viajeros original fue demolido en la década de los años 70 para dar lugar a una edificación con formas prismáticas. También contó originalmente con un puente giratorio de 13 metros de longitud para poder invertir las locomotoras. Pero fue sustituido por otro de 23 metros que ya aparece en el inventario de RENFE de 1946. Este segundo puente giratorio fue ubicado en diferente lugar, enfrente del cocherón de locomotoras y siendo obligatorio pasar por él para acceder a ellas. Pero a día de hoy tampoco existe.

Fotografía aérea de las instalaciones, tomada entre 1997 y 2003. (geamap.com). 

Fotografía aérea de las instalaciones en la actualidad. (geamap.com).

Por todo lo expuesto creo que se trata de un humilde edificio con mucha historia y enorme valor patrimonial. Es el único testigo físico que queda en la capital pacense que explica los criterios constructivos del que fue el primer enlace internacional por ferrocarril de España. Y que por él han pasado distintos de locomotoras junto con los trabajadores que se encargaban de conducirlas y mantenerlas vivas. Ojalá se pueda compatibilizar su supervivencia con los usos actuales y futuros de estas instalaciones ferroviarias.

Gracias a Fulgencio Soriano Clares por cederme desinteresadamente sus fotografías.

 El cocherón visto desde la calle, gracias a Google Street View.


 El cocherón visto desde la calle, gracias a Google Street View.





1 comentario:

  1. Pisé ése cocherón en mi más tierna infancia. Recuerdo el carbón, el carburo, las máquinas portuguesas con ténder incorporado... cruzando las vías había unos huertos, a continuación de la estación y en la caseta del guardagujas había una casa donde vivía su familia. Joé, cómo hemos cambiado!

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