Una de mis pasiones es el mundo del ferrocarril. Intento evocar e investigar su pasado y cuando puedo disfruto de su presente. Mi madre es natural de Peñarroya y los veranos de mi infancia transcurrieron por sus calles y campos, a la sombra de las ruinas de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya y cautivado por su mitología.

viernes, 10 de febrero de 2012

Las tunecinas


                Uno de los elementos que más legendario me han resultado siempre, sobre la historia del ferrocarril de vía métrica de Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco, es la existencia de 3 locomotoras de vapor de rodaje 1-5-0 “Decapod”. Estas tres máquinas tuvieron su origen en los ferrocarriles tunecinos y fueron terminar remolcando trenes por la citada línea ferroviaria. Debía de ser impresionante ver pasar semejante mole de acero escupiendo humo y cenizas por las estaciones de Pueblonuevo del Terrible (como muestran las fotografías que aún se conservan) o emergiendo de los túneles del Horcajo o del Puerto de Niefla. Pero lamentablemente, como otras tantísimas cosas, pasaron a la historia.
                Ahora que estoy volviendo a recuperar el contacto con el mundo del ferrocarril y su historia, me compré hace poco un número de la Revista de Historia Ferroviaria. En ella, Joan Alberich González expone un magnífico trabajo sobre las tres series de locomotoras de vapor tunecinas que llegaron a tres ferrocarriles de vía métrica españoles. El autor comienza haciendo un interesante repaso histórico sobre el origen de los ferrocarriles tunecinos para luego describir las circunstancias en que se desarrollaron las adquisiciones así como otros tantos detalles. Todo ello acompañado por un estupendo material gráfico. Recomiendo este número de la mencionada revista (el 12, de diciembre de 2009) para todo aquel o aquella que esté interesado en profundizar en la mitología de este entrañable y añorado ferrocarril.
                Como curiosidad, quiero comentar que la denominación “Decapod” proviene de una especie de crustáceos con 10 patas, los decápodos.


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