Esta
mañana, mientras me tomaba el primer café hojeando las redes sociales, he
conocido las actividades de una entidad norteamericana que me han resultado muy
interesantes. Porque desde Estados Unidos se pueden exportar muy buenas ideas,
más allá de la comida basura u hábitos
sedentarios.
Rails Explorers es una empresa que ofrece excursiones a bordo de
"bicirailes", vehículos ferroviarios ligeros accionados por pedales.
Tras 3 años de trabajos y preparativos, en el verano de 2015 comenzaron sus
actividades sobre las vías del Adirondack Scenic Railroad, ferrocarril que une
las poblaciones de Utica y Lake Placid, en el estado de Nueva York.
La
Adirondack Railway Preservatión Society (ARPD) es una asociación si ánimo de
lucro que gestiona el Adirondack Scenic Railroad. Tiene como objetivo restaurar
y preservar el servicio ferroviario entre Utica y Lake Placid, tras el fin de
la vida comercial que dio origen a esta línea. Patrocina actividades
empresariales en las poblaciones que son atravesadas por la vía, con la
intención de promover el uso del ferrocarril y el desarrollo económico,
mientras se ofrecen actividades educativas en torno al medio ambiente y la
historia.
Ambas
entidades, Rails Explorers y ARPD, colaboran de forma conjunta en la promoción
de tareas de preservación, divulgación y protección del parque natural de
Adirondack y el ferrocarril. De manera regular, ARPD fleta trenes
convencionales para transporte de viajeros entre Lake Placid y Lake Saranac. Y
de manera coordinada con Rails Explorers, permite las circulaciones con
"bicirailes".
Es
de justicia comentar que en España ya existe una iniciativa parecida. Se trata
de las actividades llevadas a cabo por la asociación Todavía, de la que hablaré
más detalladamente en otra entrada.
¿Y
para qué comento todo esto en este blog? Porque no he podido sentir el ejemplo
y utilidad de este proyecto aplicado al Valle del Guadiato. Me consta, que en
mejor o peor estado, la vía sigue estando íntegra entre Cerro Muriano y Alhondiguilla,
en la antigua línea Almorchón-Córdoba. No he podido evitar imaginar actividades
de ocio a bordo de trenes ligeros o trenes convencionales, surcando tan
hermosos paisajes de encinas, promoviendo actividades económicas y creando
puestos de trabajo. No he podido evitar pensar en una segunda vida y
oportunidad para este histórico ferrocarril y los territorios que atraviesa. Y
que a pesar de lo utópico que resultan estos proyectos en España, hay ejemplos
en otras naciones a las que nos gusta imitar en ciertas cosas. Yo pongo el
ejemplo y mi idea. Que cada uno saque sus conclusiones e ideas propias.