Una de mis pasiones es el mundo del ferrocarril. Intento evocar e investigar su pasado y cuando puedo disfruto de su presente. Mi madre es natural de Peñarroya y los veranos de mi infancia transcurrieron por sus calles y campos, a la sombra de las ruinas de la Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya y cautivado por su mitología.

domingo, 21 de agosto de 2016

Libro LA MAQUINILLA

Tendría yo 12 o 13 años cuando los restos de un desaparecido ferrocarril de ancho ibérico en Peñarroya-Pueblonuevo inquietaban mi curiosidad. Un puente metálico con un tramo de vía de acceso al Cerco, junto a la carretera del pantano, dos locomotoras de vapor expuestas sobre pedestales en parques y la leyenda de La Maquinilla, un ferrocarril que usó mi abuelo Antonio “El Raña”, para ir a trabajar a la mina.


Ya entonces quise desvelar el misterio y redactar un texto para una revista de ámbito nacional. Quería contar al resto de España la riqueza histórica de aquel pueblo deprimido del norte de Córdoba. Pero la oscuridad era mucha y varias tardes pasé en blanco delante de la máquina de escribir eléctrica de mi tía Carmen, en el improvisado despacho que monté en el salón de la casa de mis abuelos.








Es ahora y en los últimos años, cuando la historia minera, industrial y ferroviaria del Valle del Guadiato comienza a emerger de la oscuridad. Y el máximo fogonazo acaba de llegar de la mano de José Antonio Torquemada Daza con su libro LA MAQUINILLA.  En él, José Antonio Torquemada, precedido por magníficas publicaciones para revistas y congresos, desvela la historia de este ferrocarril que nació en 1883 como un ramal entre la estación de Cabeza de Vaca y la mina Santa Elisa.

Se trata del primer libro monográfico dedicado a la historia ferroviaria del Valle del Guadiato. No sólo se centra en el ferrocarril de la Maquinilla. También explica la historia y desarrollo de los dos grandes ferrocarriles que surcaron esta área de la geografía cordobesa: Almorchón-Córdoba y Peñarroya a Puertollano y Fuente del Arco. Además describe ramales mineros, teleféricos y el tremendo entramado ferroviario del Cerco Industrial de Peñarroya-Pueblonuevo. Y puentes, estaciones, apeaderos, casetas u otras instalaciones auxiliares e infraestructuras son descritas.

Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Cocherón de locomotoras de La Maquinilla, próximo al pozo La Montera. Fotografía de Trevor Rowe Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Fotografía de Trevor Rowe Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Aquel ramal inicial, fue creciendo y ampliándose con la incorporación de otras conexiones ferroviarias a minas e industrias, quedando en 1900 bajo la propiedad de la poderosa Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya. Servía para el transporte de carbón desde las minas hasta lavaderos e industrias del Cerco Industrial. Pero también transportó personas. No sólo trabajadores de la SMMP. Además prestó servicio gratuito para los vecinos de Belmez y Peñarroya-Pueblonuevo durante décadas. No sólo mi abuelo lo usó para ir a trabajar. Mi madre también recuerda haber montado en él gratis, de pequeña. Y este era uno de los aspectos que más me fascinó a medida que fui descubriendo datos históricos, de la mano del maestro Jerónimo López Mohedano, u orales de mi propia familia. Yo me imaginaba aquel ferrocarril “paralelo” a la línea Almorchón-Córdoba, como un incipiente ferrocarril metropolitano. Y tal vez así hubiese acabado siendo, de haber sido otra la historia industrial de estas localidades cordobesas, en la segunda mitad del siglo XX. De haberse gestionado de otra manera la reconversión industrial y la transformación de su tejido económico.

Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Archivo EuskoTren/Museo Vasco del Ferrocarril

Pero no quiero hablar más, ahora, de LA MAQUINILLA. Quiero invitar a quien lea estas líneas a que compre el libro y por sólo 10 euros. Ya me hubiera gustado hace unos 20 años, haber podido desvelar el misterio acercándome a alguna librería del pueblo y gastando poco dinero. Haber podido alimentarme de muchísima información, excavada con paciencia en archivos y bibliotecas, repartida a lo largo de 120 páginas. Y por supuesto, con un montón de valiosas fotografías que hubiese compartido con mi abuelo.
La obra se puede adquirir en las siguientes librerías:

Papelería RAFA
C/ NAVARRO SAEZ 11, 14200 Peñarroya-Pueblonuevo, CÓRDOBA
Teléfono: 957570327

Papelería Balsera
La Luna, 24. 14200. Peñarroya-Pueblonuevo, CÓRDOBA
Teléfono: 957560391


O al conocido distribuidor de libros de temática ferroviaria Ramón Capín a través del siguiente correo electrónico: kioscoplaza@telecable.es



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