El hermoso dibujo que acaba de realizar mi amiga Pilar Cuadrado, vecina de Peñarroya-Pueblonuevo, me ha inspirado para dedicar un ratito a reunir algunos datos sobre la estación de vía estrecha de Peñarroya.
Dibujo de la estación de vía estrecha de Peñarroya, por Pilar Cuadrado.
La
existencia de este edificio se debe a la creación de una fundición de plomo,
por parte de la Sociedad Hullera y Metalúrgica de Belmez, en las inmediaciones
de la entonces ya existente estación de Peñarroya, del ferrocarril
Almorchón-Bélmez. Instalación metalúrgica que se vio consolidada en 1891 por la
recién nacida Sociedad Minera y Metalúrgica de Peñarroya (SMMP). Y cuyo
edificio central también ha sobrevivido hasta nuestros días.
Según
J.A. Torquemada, la justificación del ferrocarril de Peñarroya a Fuente del Arco
residió en el aporte económico y regular de minerales ricos en plomo y plata
(galenas argentíferas) extraídos de las relativamente cercanas minas
extremeñas. Y digo relativamente porque el acarreo sobre mulas a través de
pésimos caminos, hacía esta actividad inviable económicamente. Cuando, por
ejemplo, estudiamos el origen del ferrocarril en el Reino Unido, vemos que fue
una respuesta tecnológica ante el problema planteado al tener que transportar
grandes masas de minerales desde las minas hasta los centros de consumo. No
existiendo aún la tracción vapor (siglo XVIII), la solución siguió dos vías:
terreste y fluvial. Por un lado se fueron construyendo canales por los que
podían circular barcazas cargadas con varias toneladas de minerales,
necesitando sólo un par de mulas como sistema de tiro. En cambio, desde las
colinas en que se ubicaban los pozos hasta los embarcaderos, los tortuosos
caminos frecuentemente embarrados demandaban otra solución. Y esta pasó por el
tendido de raíles, primero de madera y después de hierro, que facilitasen la
rodadura de vagonetas.
Al igual que las grandes obras, las pequeñas también tienen sus fases.
Volviendo
al caso del Guadiato, la solución que planteó SMMP fue el tendido de un
ferrocarril entre Peñarroya y la localidad pacense de Fuente del Arco, por la
que pasaba el ferrocarril entre Sevilla y Mérida. Así, por un lado se
transportarían los minerales hasta la fundición de Peñarroya al ser atravesados los criaderos metálicos más importantes, como la mina El Triunfo (Azuaga). Y desde allí, los
lingotes de plomo y plata serían llevados por el mismo ferrocarril, con
transbordo en Fuente del Arco, hasta el puerto de Sevilla para su exportación. Además
de estos transportes “internos” la compañía pretendió rentabilizar la línea
mediante el tráfico de mercancías y viajeros ajenos a SMMP.
Muy
a pesar de los ayuntamientos por donde el ferrocarril debía de pasar, el ancho
de vía elegido fue el estrecho. En concreto el métrico (un metro entre caras
internas de raíles). Este tipo de vía implica menos costes de construcción y
explotación, factores que entonces preocupaban mucho a SMMP. Y hubo también
planes de futuro. Como extender el ferrocarril por el oeste hasta Río Tinto
(Huelva) y por el este hasta las minas de El Horcajo y Linares, en donde la
misma compañía ya poseía explotaciones de minerales metálicos a pleno
rendimiento.
En
la GACETA DE MADRID impresa el sábado 18 de julio de 1891, medio de comunicación estatal equivalente a nuestro BOE, se publicó la concesión para la construcción del
ferrocarril de Peñarroya a Fuente del Arco. Este se haría según el proyecto y
pliego de condiciones presentado al Ministerio de Fomento. El camino de hierro sería
económico y de vía estrecha, con un derecho de explotación por 99 años. Además,
la consideración de utilidad pública permitía al concesionario la expropiación
forzosa de fincas privadas así como el derecho para ocupar terrenos de dominio
público. También se contemplaba el poder disfrutar de exenciones y privilegios
que las leyes pudieran conceder.
La
concesión para poder ejecutar las obras llegó el 5 de enero de 1893. Y según el
pliego de condiciones aprobado también ese mismo día, SMMP adquirió el
compromiso para levantar estaciones en: Peñarroya, Los Eneros, Fuente Obejuna,
Argallón, La Granja de Torrehermosa, Azuaga, El Triunfo, San Fernando, Valverde
de Llerena y Fuente del Arco.
El
carácter económico le permitió a SMMP prescindir de publicar los itinerarios de
marcha de los trenes y el uso de coches de 3ª clase.
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